Episodio #210 - "El Salmo 23"

Emisión Original: 11 Enero 2006



Escrito por: Damon Lindelof & Carlton Cuse
Dirigido por: Matt Earl Beesley




Flashback. Vemos un pequeño pueblo en Nigeria con un grupo de niños jugando a la pelota en la calle. Uno de ellos marca gol y todos gritan y saltan para celebrarlo. Entonces vemos una camioneta que se acerca a ellos, con un grupo de traficantes de droga llevando armas en el interior. El joven Eko les observa mientras los hombres se bajan del vehículo y les rodean.

Hombre: Coged a los niños.

Hombre 2: ¡Todos vosotros! ¡Vamos!

Hombre: ¡Callaos!

Hombre 2: [Hablando con los adultos del pueblo] ¡Vosotros, largo de aquí!

Vemos a un sacerdote saliendo de la iglesia del pueblo.

Sacerdote: No os llevéis a más niños.

Uno de los traficantes le golpea con la culata del rifle.

Hombre 2: Coged al viejo.

Le sujetan y le obligan a ponerse de rodillas.

Hombre: Coged al pequeño. ¡Sí, al pequeño!

El líder sujeta a un niño, el hermano pequeño de Eko, Yemi. Coge su pistola y se la pone en las manos, obligándole a apuntar al anciano con ella.

Líder: Mátale. Dispárale... ahora. [Yemi se limita a apuntarle con el arma, sin apretar el gatillo, mientras los habitantes del pueblo les observan impotentes] ¡Dispárale! ¡Hazlo!

Eko corre hacia su hermano, le quita el arma y mata al anciano, impresionando favorablemente al líder de los traficantes. El hombre coge de nuevo la pistola.

Líder: ¿Cómo te llamas, chico? ¿Cómo te llamas, chico?

Eko: Eko.

Líder: [Riéndose] Mirar a Mr. Eko. Sin dudar ni un momento. Nacido para matar. Ven. [Le arranca la cruz que Eko lleva colgada al cuello y la tira al suelo] Ya no la necesitarás más.

El líder lleva a Eko hasta la camioneta mientras su hermano Yemi recoge la cruz del suelo. El vehículo se aleja por donde había venido. Fin del flashback.


Corte a la isla. Vemos a Eko sentado en el suelo, escribiendo varias palabras de signo religioso en el bastón/garrote que lleva consigo. Claire se acerca a él llevando a Aaron en brazos.

Claire: ¿Qué estás escribiendo?

Eko: Cosas que debo recordar.

Claire: ¿Te importa si me siento?

Eko: Por favor.

Claire: Gracias. Así que eres Eko, ¿eh?

Eko: Sí.

Claire: Claire. Y este es Aaron.

Eko: ¿Aaron? El hermano de Moisés.

Claire: Sí, debe haber sido duro vivir con eso, ¿eh? La presión de que todo el mundo te diga, "¿Por qué no te pareces más a tu hermano Moisés?"

Eko: Sí, seguro que lo era. ¿Por qué le pusiste Aaron?

Claire: Porque me gustaba.

Eko: Aaron fue un gran hombre. Moisés tenía problemas para hablar, así que Aaron hablaba por él.

Claire: Eres religioso, ¿eh? Deberías hablar con Charlie. Él no quiere admitir que es religioso, pero tiene una estatuilla de la Virgen María.

Eko: ¿Una estatuilla?

Claire: Sí. Dice que la encontró en la isla. Raro, ¿verdad?

Eko: ¿Puedo verla?


Corte al campamento de la playa, donde Claire le está enseñando la figurita de la Virgen a Eko. Él parece estupefacto y casi en estado de shock.

Eko: ¿Dónde la encontró?

Claire: Dice que en la selva.

Eko: ¿En la selva dónde?

Claire: No lo sé.

Eko: [Gritando] ¿Dónde?

Claire: Mira, ¿qué... sólo es una estatuilla.

Eko: ¿Sólo una estatuilla?

Eko coge la figura, la pone sobre la mesa y la rompe dándole un golpe con el palo, enseñándole a Claire la bolsita con droga que hay en el interior.

Eko: ¿Dónde está Charlie?


Corte al búnker. Locke gira la rueda de la combinación para abrir la armería y luego usa un destornillador en el otro lado de la cerradura.

Michael: ¿La fuerzas para entrar o salir?

Locke: Me encantaban esas películas mudas antiguas donde los ladrones descubrían la combinación de la caja fuerte con la oreja pegada al metal y el dinero siempre estaba en una bolsa blanca con un gran símbolo de dólar pintado.

Michael: ¿Películas mudas? No eres tan viejo, tío.

Locke: Bueno, soy lo bastante viejo.

Michael: ¿Has puesto la combinación?

Locke: Ahora que tenemos gente nueva creo que será mejor limitar el acceso a las armas. No podemos permitir que cualquiera que le apetezca coja una. Que supongo que es para lo que has venido, Michael.


Corte a Charlie y Jin pescando en la playa. Jin usa una red y Charlie una especie de caña de pescar. Está cantando.

Charlie: [Cantando] “He's got wit he's got charm. But when he gets rough he'll break your arm. He's got taste, manners and grace. But when he gets rough he'll slit your face. He'll buy you jewels, expensive shoes.” Eh, Jin, ¿te gustan los kinks? Kinks?

Jin: ¿Kins?

Charlie: No, no. Kinks. Kind con una "k" al final. K-k-kink-kuh. K-kinks. Ya sabes, [Cantando de nuevo] “Once you're in love, you're no getting out ha-a-a-a so look out.” Es una buena canción, Jin. [Charlie canta de nuevo] “Look out.”

Jin dice algo en coreano y hace un gesto con la mano como indicándole que le deje en paz.

Charlie: Oh, muchas gracias, Jin. Tengo una voz muy bonita, ¿verdad?

Jin ve a Eko caminando hacia ellos con gran determinación. Cuando llega junto a Charlie le enseña la estatua rota.

Eko: ¿Dónde la encontraste?

Charlie: ¿Qué... qué ha pasado?

Eko: ¿Dónde la encontraste?

Charlie: En la selva. La encontré en la selva.

Eko: Llévame allí.

Eko está muy enfadado y Jin se da cuenta de que pasa algo, por lo que le interpela en coreano. Eko le hace un gesto para que no se inmiscuya.

Eko: Esto no es asunto tuyo. [A Charlie] Quiero que me lleves hasta donde la encontraste.

Charlie: Sí, vale. Sí, vamos a dar un paseo. Allí no hay nada. Saldremos a primera hora de la mañana, ¿vale?

Eko: Nos vamos ya.

Charlie: Vale. Deja que se lo cuente a Claire para que no se haga una idea equivocada. Espera aquí. Yo...

Eko: Díselo de camino.

Charlie le da la caña de pescar a Jin y se marcha con Eko.


Flashback. Vemos un pequeño pueblo y un coche que se detiene en una de las calles. Dos hombres se bajan del vehículo y a continuación les sigue Eko, que observa los alrededores.

Corte a una habitación en una de las casas del pueblo. Eko está negociando con dos marroquíes y en el suelo junto a él hay una bolsa de lona.

Marroquí: [Se vuelve hacia uno de los chicos que hay en la habitación] Tráenos unas cervezas, vamos.

Eko: ¿Dónde lo has encontrado?

Marroquí: ¿Qué importa?

Uno de los hombres que acompañan a Eko abre la bolsa de lona y saca un paquete de heroína que deja sobre la mesa. Eko la coge.

Eko: ¿Lo mismo en la otra bolsa?

Marroquí: Sí.

Eko saca su pitola y luego un cuchillo, raja la bolsa de droga y prueba la heroína.

Eko: Cincuenta.

Marroquí: ¿Cincuenta qué?

Uno de los hombres de Eko deja un fajo de billetes sobre la mesa.

Eko: Cincuenta es lo que te pagaré a cambio del favor que me estás pidiendo.

Marroquí: ¿Un favor?

Eko: Tienes una gran cantidad de heroína en un país donde no hay amapolas ni mercado para su venta. Tus drogas no valen nada aquí, por lo que debes sacarlas del país. Los militares vigilan las fronteras, así que debes volar. Pero seguro que eres consciente de que los únicos aviones privados a los que se les permite volar son los de ayuda de Naciones Unidas o los misioneros católicos. Así que has venido a pedirme un favor. Te compraré la heroína, por cincuenta.

Los dos marroquíes intercambian unas palabras en árabe antes de ponerse en pie.

Marroquí: Lo que dicen de ti es verdad.

Eko: ¿Y qué dicen?

Marroquí: Que no tienes alma.

Eko se ríe, coge el cuchillo y mata a los dos hombres, cortándoles el cuello de un único tajo. El chico que había ido a buscar las cervezas las deja caer al suelo aterrorizado y se rompen en mil pedazos. Los hombres de Eko le apuntan con sus armas.

Eko: [A sus hombres] No. [Al chico] Vete. Vete. Y diles a tus amigos que te dejé vivir... que Mr. Eko te dejó vivir.

Fin del flashback.


Corte a Claire recogiendo los fragmentos de la estatuilla de la Virgen María. Charlie y Eko se acercan a ella.

Charlie: [A Eko] Dame un segundo, ¿vale? [A Claire] Hola... Claire. ¿Qué ha pasado con la estatuilla?

Claire: Oh, no te hagas el tonto, Charlie.

Charlie: ¿Qué?

Claire se saca la bolsita de heroína del bolsillo y se la enseña a Charlie.

Claire: ¿Qué es esto? Porque estaba en tu estatuilla. Y a no ser que me equivoque, recuerdo que me dijiste que eras drogadicto.

Charlie: No lo sabía. [Claire levanta los ojos al cielo] Mira, si estaba escondido dentro de la estatua, ¿cómo iba a saberlo? Claire, ya no consumo. [Charlie abre la bolsita y tira la heroína sobre la arena] Mira. ¿Me crees ahora? No me... importa.

Claire no le cree y hace un gesto en dirección a Eko.

Claire: Alguien te espera.


Corte a Locke enseñando a disparar a Michael. Hay un bote de la salsa ranchera de la Iniciativa Dharma sobre un tronco.

Locke: ¿Lo tienes?

Michael: Lo tengo.

Locke: Muy bien. Suelta la mitad del aire y aprieta el gatillo con cuidado. Aprieta... [Michael aprieta el gatillo del arma, que está descargada] Bien.

Michael: ¿Cómo aprendiste todo esto?

Locke: Mi padre me llevaba a cazar.

Michael: ¿A cazar qué?

Locke: Pájaros, sobre todo. Por supuesto, los pájaros no devuelven el fuego.

Michael: Sí. Sé que la gente habla, creen que voy a salir corriendo detrás de Walt otra vez.

Locke: Si la gente habla, yo no les escucho. Pero si lo hiciera diría que no es un plan muy inteligente.

Michael: No, no lo es.

Locke: [Cargando la pistola] Vamos a intentarlo de verdad.

Michael coge la pistola, apunta y le da al bote, que explota lanzando salsa ranchera en todas direcciones.

Locke: Bravo.


Corte a Charlie y Eko caminando por la selva.

Charlie: Bien hecho con Claire, amigo. Me has metido en un montón de problemas, gracias. Espero que estés feliz. Oh, es verdad, tú nunca estás feliz. [Charlie se detiene junto a un árbol y señala] Vale, aquí estamos. La encontré aquí, junto a ese árbol.

Eko: ¿La encontraste aquí?

Charlie: Sí. La encontré aquí.

Eko: Estás mintiendo.

Charlie: [Sonriendo] ¿Sabes algo? Ni siquiera te conozco. Me preguntaste dónde la encontré. La encontré aquí. Se acabó. Que tengas un buen viaje de vuelta.

Charlie intenta marcharse, pero Eko le agarra por el cuello y le sujeta contra el árbol.

Eko: No la encontraste aquí. Llévame hasta la avioneta.


Corte a Charlie y Eko avanzando entre los árboles.

Charlie: ¿Cómo sabes lo de la avioneta? Es vieja, ya sabes. Lleva años en la selva. Ya lo sabes, por supuesto. Tú lo sabes todo.

Eko: ¿Por qué le mentiste a la chica?

Charlie: ¿Qué?

Eko: Le dijiste que no sabías qué había dentro de la estatua.

Charlie: No estaba mintiendo.

Eko: Entonces, ¿cuál es la idea equivocada?

Charlie: ¿Qué?

Eko: Cuando te enseñé los trozos de yeso, dijiste que no querías que se hiciera una idea equivocada. ¿Cuál es la idea equivocada?

Charlie: No tengo por qué contarte nada, tío. Atraviesas la isla caminando, ¿y de pronto estás al mando? ¿Quieres que te lleve a tu avión? Pues será mejor que empieces a tratarme con un poco de respeto. No soy un tipo al que puedas...

Eko mira hacia el horizonte y ve el monstruo de humo negro con el que se encontraron Jack y los demás en el pasado. Charlie se vuelve para mirar, pero ya se ha marchado.

Charlie: ¿Qué? ¿Qué?

Eko: Vámonos.

Charlie: [En voz baja] Sí, señor.


Flashback. Vemos a Eko en un pueblo donde se encontraba al principio del capítulo. Vemos la iglesia y a una mujer está vendiendo estatuas de la Virgen María.

Mujer: [A Eko] Señor, señor, si compra una estatua el dinero se usará para comprar vacunas contra la polio para el pueblo. 200 Naira, señor.

El hermano de Eko, Yemi, se acerca a ellos.

Yemi: ¿Qué estás haciendo aquí?

Eko: He venido a confesarme.

Yemi: [Sonriendo] Hola, Eko.

Eko: [Sonriendo] Hola, hermano.

Corte al interior de una iglesia.

Eko: ¿Así que vengo a visitarte por primera vez en tres años y no quieres oír mi confesión? ¿Sabes?, monseñor diría que fallé al educar a un buen chico católico.

Yemi: ¿Para qué quieres perder el tiempo confesándote? No te ayudará.

Eko: ¿No?

Yemi: No, para que la confesión signifique algo debes tener un corazón penitente.

Eko: Tú y tu culpa, Yemi. Sólo hago lo necesario para sobrevivir. ¿Cómo puede ser un pecado?

Yemi: Puede que vivas lejos de aquí, pero eso no significa que no haya oído quién eres y lo que has hecho.

Eko coge la cruz que Yemi lleva colgada del cuello, la misma que llevaba Eko cuando era pequeño y mató al hombre.

Eko: ¿Has olvidado cómo conseguiste esa cruz, hermano? El día que me cogieron... ¿Lo que hice ese día es un pecado, o ha sido perdonado porque tú te salvaste?

Eko se sienta en uno de los bancos de la iglesia y Yemi se sienta junto a él.

Yemi: ¿A qué has venido, Eko?

Eko: He venido a ayudarte. Tengo una mercancía que debo que sacar del país. Me gustaría usar uno de los vuelos de la iglesia para transportarla.

Yemi: ¿"Mercancía"? Te refieres a drogas.

Eko: No es lo que hago habitualmente, Yemi. Vamos a sacar las drogas de Nigeria para que nuestra gente no pueda consumirlas. Y el dinero... lo tendrás para comprar tus vacunas. Dios nos ha dado esta oportunidad. No deberíamos darle la espalda.

Yemi: Dios no te trajo aquí, Eko, sino tu avaricia. Siempre te querré... pero no voy a ayudarte. Me alegro de haberte visto de nuevo, hermano.

Yemi se marcha y deja a Eko solo en la iglesia. Fin del flashback.


Corte a la playa, donde Kate le está cortando el pelo a Sawyer.

Sawyer: Un poco más cerca de la oreja, Pecas. ¿Seguro que sabes lo que haces?

Kate: ¿Puedes girar la cabeza?

Sawyer: ¿Por qué? ¿No tienes buen acceso a mi cuello? Puedo cortarme el maldito pelo yo solo.

Kate: No tienes que hacerte el duro sólo para mantener tu imagen. Ahora todos te quieren.

Sawyer: Paridas.

Hurley y Michael pasan frente a ellos.

Hurley: Hola, Sawyer, me alegro de que hayas vuelto.

Sawyer: [Murmurando en voz baja para que Hurley no le oiga] Salúdate a ti mismo, Pillsbury.

Kate: ¿Ves?

Michael: Hola, Kate... hola. Locke dijo que te toca estar en el búnker luego. Me preguntaba sí, eh, ¿te importaría si voy yo?

Kate: ¿Quieres mi turno?

Michael: Me ayuda a pensar en otras cosas.

Kate: Claro. Es todo tuyo.

Michael: Gracias. Te lo agradezco. [Mira a Sawyer] Me alegro de que estés bien, tío.

Sawyer: Sí. [A Kate, que no puede aguantar la risa] No vayas a decir nada.


Corte a Charlie y Eko caminando por la selva hacia donde se encuentra la avioneta.

Charlie: Bien, hora de tomarse un descanso.

Eko: Ya has hecho un descanso.

Charlie se detiene para beber agua. Le ofrece un trago a Eko, pero este la rechaza.

Charlie: No soy lo que crees.

Eko: ¿Y qué creo que eres?

Charlie: Fue culpa de mi hermano.

Eko: ¿Perdona?

Charlie: Por su culpa me volví un adicto. Él empezó con la heroína y yo traté de que lo dejara. No me conoces, tío. Yo era una buena persona. Era monaguillo. Vale, sabía lo que había en la estatua pero eso no significa que lo necesitara, así que no me juzgues.

Algo en uno de los árboles llama la atención de Eko y se acerca para examinarlo. Es un paracaídas, y en el suelo está el esqueleto del sacerdote que Boone y Locke encontraron algún tiempo atrás.

Charlie: ¿Qué? ¿Qué es eso? Un paracaídas. ¿Es un cura? [Eko no le responde y le abre la camisa al sacerdote] ¿Qué estás haciendo?

Eko examina el cuerpo en descomposición para comprobar si lleva la cruz. Luego le mira el cráneo y vemos que el hombre tiene un diente de oro. Eko lo acaricia durante un momento.

Charlie: ¿Le conoces?

Eko: Sí. Ese hombre me salvó la vida.

Eko se arrodilla junto al cuerpo para rezar, mientras Charlie le observa.

Charlie: Te salvó la vida, ¿eh? Claro, eso tiene sentido. Sale de Nigeria en un avión, estamos en mitad del Pacífico Sur. Tiene todo el sentido del mundo. [Charlie coge el bastón de Eko y lee lo que hay escrito] Un fragmento de la Biblia. Eres un cura. Eres un cura, ¿verdad? Él es un cura y tú también, ¿verdad?


Flashback a Eko entrando en la iglesia donde trabaja su hermano. Se dirige hacia el confesionario y aparta la cortina.

Eko: Tengo que hablar contigo.

Yemi: Estoy en mitad de una confesión.

Eko: No puedo esperar.

Yemi: [A la persona que hay al otro lado del confesionario] Que Dios te bendiga. [Al grupo de personas reunidas en la iglesia] Id con Dios y por favor, volved por la mañana. [Tratando de calmar a uno de los asistentes que está mirando a Eko.] Está bien. [A Eko] ¿Cómo te atreves a venir e interrumpir mi trabajo?

Eko: ¿Lo has reconsiderado?

Yemi: ¿Qué?

Eko: Mi petición.

Yemi: ¿Volar con drogas al amparo de la iglesia? ¿Cómo podría reconsiderar algo así? [Se da cuenta de que uno de los hombres de Eko está junto al altar tocando las velas] Mira... ¡eh, no toques eso!

Eko: Voy a ponértelo más fácil. Nos haces curas y nosotros mismos volamos con las drogas.

Yemi: ¿Haceros curas?

Eko: [Le enseña unos papeles] Firma estos documentos de ordenación y yo te daré el dinero para las vacunas.

Yemi: Sal de esta iglesia ahora mismo, Eko. Vete, ahora.

Eko: Yemi, vives en un mundo donde la honradez y la maldad parecen muy lejos la una de la otra, pero ese no es el mundo real. Soy tu hermano y nunca te haría daño, pero mis amigos, si no haces lo que te pido, quemarán esta iglesia hasta los cimientos. ¿Eso vale menos que tu nombre en un trozo de papel? Piensa en todas las vidas que vas a salvar.

Yemi observa a su hermano durante un momento y finalmente coge los papeles para firmarlos.

Yemi: Mi firma no te convierte en sacerdote, Eko. Nunca podrías ser un sacerdote.

Eko: ¿Cuántas estatuas te quedan, de la Virgen María? ¿Cuántas?

Yemi: No sé, unas trescientas.

Eko: Me las quedaré todas. [Pone un montón de dinero en la mesa junto a la Biblia] Supongo que ahora los dos somos pecadores.

Yemi: Puede que lo seamos pero Dios me perdonará, Eko.

Fin del flashback.


Charlie y Eko siguen caminando por la selva. Charlie no parece muy seguir de adónde va.

Charlie: Eh, me he perdido. Estaba oscuro. Iba siguiendo a Sayid y justo después se me cayeron un montón de rocas en la cabeza, así que perdona si no me llevo muy bien con la geografía.

Junto a ellos hay un gran árbol.

Eko: Súbete a ese árbol.

Charlie: ¿Qué?

Eko: Súbete a ese árbol y puede que seas capaz de orientarte o ver la avioneta.

Charlie: Sube tú. ¿Y si no? ¿Vas a pegarme con tu palo de Jesús? Me parece raro que tu bastón sagrado tenga manchas de sangre seca.

Eko: ¿Vas a subir al árbol o no?

Charlie se dirige hacia el árbol y comienza a subir de mala gana.

Charlie: ¿Y qué clase de sacerdote eres tú?

Eko: Tienes que subir más.

Eko mira a su alrededor cuando el suelo se estremece bajo sus pies debido a una especie de explosión, algo saliendo de la tierra. Entonces escuchamos al monstruo avanzando hacia ellos. Una gran masa de humo negro.

Charlie: ¡Eko, corre! ¡Corre!

Desde el punto de vista del monstruo vemos el humo negro yendo directamente hacia donde se encuentra Eko y deteniéndose justo delante de él. Entonces podemos ver el interior de la nube, donde flotan una serie de luces e imágenes. Los dos se “enfrentan” durante unos segundos hasta que de pronto la nube desaparece tal y como había llegado. Eko levanta la vista hacia el árbol donde todavía se encuentra Charlie y este comienza a bajar del mismo, todavía en estado de shock por lo que acaba de suceder.

Eko: ¿Lo has visto?

Charlie: Sí, lo he visto. ¿Qué demonios has hecho?

Eko: No he hecho nada.

Charlie: La mayor parte de la gente sale corriendo cuando ve una criatura hecha de humo negro.

Eko: No le tenía miedo.

Charlie: Ya lo veo. Esa cosa mata gente.

Eko: ¿Viste la avioneta?

Charlie: Sí, vi tu avioneta. [Señalando] Está como a un kilómetro de aquí.

Eko: [Marchándose] Gracias.

Charlie: [Le sigue] ¡Espera!


Corte al búnker. Michael examina las diferentes estancias para asegurarse de que está solo y luego comprueba su reloj de pulsera. Entra en la habitación donde se encuentra el ordenador, mirando hacia todos lados para estar seguro de que no hay nadie más. Luego se acerca al monitor y trata de teclear un mensaje, pero en la pantalla no aparece nada.

Michael: Vamos. Vamos. ¿Dónde estás?

De pronto el cursor comienza a parpadear y moverse como si alguien estuviera escribiendo en otro ordenador.

Monitor: ¿Papá?

Michael: ¿Estás bien?

Monitor: Sí. ¿Estás solo?

Michael: Sí.

Monitor: No puedo quedarme mucho rato. Volverán pronto.

Michael: ¿Dónde estás?

Monitor: Tienes que...

Michael está a punto de escribir un nuevo mensaje cuando Jack entra en la habitación. Michael intenta disimular, pero está muy nervioso ante la posibilidad de que Jack pueda descubrir para qué ha estado usando el ordenador.

Jack: Hola, Michael.

Michael: Hola.

Jack: ¿Cómo estás?

Michael: Bien, gracias.

Jack: ¿Estás aquí solo?

Michael: Sí. Se suponía que Hurley debía estar también, pero, supongo que llega tarde.

Jack se sienta, pero desde donde se encuentra no puede ver la pantalla.

Jack: Bien, oye... Nadie se ha olvidado de Walt.

Michael: ¿Qué?

Jack: No puedo... No tengo ni idea de por lo que debes estar pasando pero quiero que sepas que tan pronto como podamos vamos a encontrar la forma de ir a buscarle y traerle de vuelta.

Michael: Sí. Gracias, tío. Gracias.

Michael mira de nuevo hacia el ordenador, impaciente por poder mandar un nuevo mensaje.

Jack: ¿Estás bien?

Michael: Sí.

Jack se levanta y se para detrás de Michael, poniéndole la mano en el hombro en un intento de reconfortarle y mostrarle su apoyo. La pantalla está completamente negra y no hay ni rastro de los mensajes.

Jack: Bien, te dejo solo entonces.

Michael: Gracias.


Corte a Charlie y Eko acercándose a la avioneta.


Flashback. Vemos a Eko y a uno de sus hombres vestidos de sacerdote, cargando en el aparato las estatuillas de la Virgen con la droga en el interior. El hombre que está de guardia se da cuenta de que sucede algo.

Hombre 2: [Cogiendo su pistola] Eko.

Una camioneta se acerca a ellos y en el interior podemos ver a Yemi. Eko le pide a su hombre que baje el arma. Yemi se baja del vehículo.

Eko: ¿Qué estás haciendo aquí, Yemi?

Yemi: He venido a detenerte.

Eko: Vuelve a tu iglesia.

Yemi: No subas a esa avioneta, Eko. Me salvaste la vida una vez y ahora yo he venido a salvarte la tuya.

Eko: ¿Salvarme la vida?

Yemi: Mira, si subes a ese avión, si lo haces...

Eko: ¿Si hago qué, Yemi? ¿Ahora eres un profeta?

Yemi: Por favor, Eko. Deja que te oiga en confesión. Haré lo que pueda, pero por favor, no lo hagas.

Entonces vemos un camión militar que avanza hacia ellos. Los hombres se vuelven hacia Eko.

Hombre 1: ¡Se lo ha contado a los militares!

Eko: [A Yemi] ¿Tú has hecho esto?

Yemi: No les conté quién estaba involucrado. Deja las drogas y vuelve conmigo.

Los hombres de Eko comienzan a disparar y los soldados devuelven el fuego. El conductor recibe a través del parabrisas y el vehículo se estrella contra un poste. Otro de los hombres dispara y mata a uno de los secuaces de Eko. Yemi corre hacia los militares para tratar de evitar que maten también al otro.

Yemi: [A los soldados] ¡No! ¡Basta! ¡Basta!

Yemi es alcanzado por una de las balas y Eko corre hacia él.

Eko: ¡Yemi! No! No! [Al otro de los hombres, que lleva un diente de oro] ¡Ayudadme a meterle en el avión!

Entre los dos cogen a Yemi y lo suben a la avioneta, Pero cuando Eko intenta subir también el hombre le da una patada y le cierra la puerta en las narices. Luego arranca el motor y se marcha volando. Fin del flashback.


Corte a Eko entrando en la avioneta. Encuentra otra de las estatuas cargada de droga y entonces ve el cuerpo de un hombre. Se acerca a él, le abre la camisa y descubre la cruz que él mismo llevaba cuando era un niño.

Eko se sienta junto al cadáver de su hermano y llora.

Eko: Perdóname, perdóname.


Flashback al aeropuerto. Los soldados corren hacia Eko después de que la avioneta haya despegado, pensando que se trata de un sacerdote.

Soldado: ¿Padre? ¿Se encuentra bien, padre?

Eko sonríe ligeramente. Fin del flashback.


Corte a la avioneta. Eko coge la cruz que lleva su hermano mientras Charlie entra en el aparato.

Charlie: ¿Eko? ¿Quién es?

Eko: Mi hermano.

Charlie: Lo siento.

Eko coloca una de las estatuas de la Virgen sobre el cuerpo de su hermano, cruzándole las manos sobre ella. Luego coge una segunda estatua y se la da a Charlie antes de coger el tubo de la gasolina y rociar el cadáver y el interior de la avioneta con el combustible.

Eko: Por la que rompí.

Eko y Charlie observan la avioneta mientras arde.

Charlie: Entonces, ¿eres un sacerdote o no?

Eko: [Se cuelga de nuevo la cruz] Sí, lo soy. "El Señor es mi pastor, nada me falta, él me hace caminar por verdes prados, hacia las aguas del remanso me conduce, recrea mi alma, me guía por senderos rectos por amor de su nombre, aunque camine por las sombras del valle de la muerte, no temeré ningún mal, [Charlie se une a él en la oración] porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me confortan. Tú me preparas una mesa ante mis enemigos, tú unces mi cabeza con aceites, y llenas mi copa hasta arriba, la gracia y la dicha me seguirán durante el resto de mi vida, y habitaré en la casa de Dios para siempre." Amén.

Mientras Eko reza vemos un montaje del resto de los supervivientes:

Jin y Sun se acercan a Ana en la playa, se presentan, le dan la mano y le ofrecen un pez.

Libby trata de construir un refugio con ayuda de Hurley.

Sawyer comprueba su nuevo corte de pelo en un espejo mientras bromea con Kate. Jack se acerca a ellos y le da una pastilla a Sawyer.


Corte a Claire, que está guardando las pertenencias de Charlie.

Charlie: ¿Claire?

Claire: Me mentiste, Charlie.

Charlie: Ya sé que lo hice. Lo siento. Me hacía sentir a salvo, tenerla cerca.

Claire: Mira, no quiero que te acerques al niño, ¿vale?

Charlie: Claire, yo no...

Claire: Charlie, no quiero que duermas cerca de nosotros, ¿entendido? Vete.

Charlie se marcha.


Es de noche. Charlie alumbra su camino con ayuda de una antorcha hasta llegar al sitio donde tienes escondidas varias estatuillas de la Virgen María. Ahora añade la que Eko le ha dado a la colección.




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Traducción: gwedynn



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