Episodio #217 - "Bloqueo"

Emisión Original: 29 Marzo 2006



Escrito por: Damon Lindelof & Carlton Cuse
Dirigido por: Stephen Williams




Flashback. Locke coge una cajita con un anillo de compromiso que tenía escondida en el cajón de los calcetines. Luego le vemos en la cocina, preparando una cesta para irse de picnic.

Helen: [Dándole un beso] ¿Qué he hecho para merecerme esto?

Locke: ¿Qué? ¿Un tipo no puede llevar a su chica de picnic sólo porque sí?

Helen: ¿"Tipo"?

Locke: [Escondiendo el anillo en la cesta de picnic] Eso es. Tipo.

Helen: ¿Adónde me llevas?

Locke: No pienso decírtelo, así que no preguntes.

Helen: ¿Puedo ayudar?

Locke: Limítate a leer las esquelas y beberte el café y yo me encargaré de todo lo demás.

Helen: No te metas con las esquelas, son la mejor parte del periódico. Nadie dice nada malo de los demás cuando se han muerto.

Locke: Mm. Y yo que pensaba que los chistes eran la mejor parte del periódico.

Helen se sienta a leer las esquelas y algo llama su atención. Parece muy preocupada.

Helen: ¿John? John, ¿cómo se llama tu padre?

Locke: ¿Por qué?

Helen: ¿Es Anthony? Anthony Cooper.

Locke: Sí, eso es.

Helen: Se ha muerto.

Fin del flashback.


Henry Gale, Jack y Locke están sentados en la mesa de comedor en el búnker.

Jack: [Le da un papel a Henry] Dibújalo de nuevo. El mapa para llegar al globo.

Henry: Estaba bromeando. Era una broma. No hay nada más aparte del globo. Estaba frustrado. Fue estúpido decir eso. Lo siento.

Locke: De todas formas ya es tarde. Hace mucho que se ha ido, Jack.

Jack: Lo que está hecho está hecho.

Locke: Eso es.

Jack: Métele de nuevo en la armería.

Jack se marcha.

Henry: [A Locke] ¿Por qué le dejas que te hable así? [Locke le coge por la solapa y le empuja hasta la armería] Eh, espera. Yo...

Locke: ¡Cállate!

Henry: ¿John? Lo siento. Lo siento. ¡John!


Ana y Sayid buscan el globo de Henry en la selva, pero no parece estar por ninguna parte. Llueve.

Ana: Puede que se equivocara. Deberíamos buscar al otro lado del precipicio.

Sayid: Llevamos tres horas buscando. El globo no existe. [Gritando] ¡Charlie!

Ana: ¿Y por qué dibujó el mapa?

Sayid: Le dijiste que le protegerías, tanto si encontrábamos el globo como si no. Le has dado dos días más de plazo, para buscar la forma de escapar. Hemos acabado. [Gritando] ¡Charlie!

Charlie: [Fuera de plano] ¡Aquí! ¡Por aquí! [Sayid y Ana corren hacia él] ¡Sayid!

En el suelo, entre la hierba, hay una tumba cubierta de piedras, con una cruz.

Charlie: Dijo que la enterró aquí, ¿no? ¿A su esposa?

Ana: ¿Por qué no llueve aquí?

Levantan la vista y descubren el globo enredado entre las ramas de uno de los árboles.


Hurley está ordenando las cosas que tiene en su tienda. Jack se acerca a él.

Jack: Hurley. ¿Has visto a Ana Lucía?

Hurley: Se fue hacia la selva ayer, con Charlie y Sayid.

Jack: Ayer. ¿Dijeron adónde iban?

Hurley: Bueno, eso sería suponiendo que alguien me contara algo. Puede que fuera de más ayuda si estuviera en el ajo.

Jack: No hay ajo, Hurley.

Claire: [Llega con Aaron en brazos] Perdona, Jack, está caliente y muy nervioso. ¿Te importaría echarle un vistazo?

Jack: Sí, claro. Claro.

Hurley: [Se va] Ajo, colega. Ajo.

Claire: ¿La fiebre ha desaparecido completamente?

Jack: Completamente.

Claire: No lo estás diciendo porque sí, ¿verdad? Pareces un poco distraído.

Jack: No, estoy bien. Y Aaron también.

Claire: Gracias.

Libby se acerca a ellos.

Libby: ¿El médico sigue de consulta? Estaba cogiendo mejillones en una de las piscinas y me pinché con un erizo.

Jack: Bueno, no parece infectado. Un poco de neosporin no haría daño.

Libby: Sí, claro. Neosporin. [Mira hacia Sawyer] Creo que la tasa de cambio actual es de diez coladas por un tubo.

Jack: Bien.


Henry Gale está leyendo un libro en la armería mientras Locke escucha música y hace ejercicio en la bicicleta estática. Escuchamos un pitido y una voz por el altavoz, apenas audible debido a la estática.

Voz: Veinte minutos hasta el bloqueo.

Locke se baja de la bici mientras escuchamos más ruido a través del altavoz. Locke para la música y se acerca a comprobar el ordenador, pero la pantalla parece normal y el contador aún indica 47 minutos. Locke se acerca al altavoz para tratar de arreglarlo y entonces el ruido sube terriblemente de volumen, asustando a Locke y llamando la atención de Henry.

Voz: Diecisiete minutos hasta el bloqueo.

Henry: ¿Qué ha sido eso? John, ¿qué pasa?


Flashback. Locke y Helen llegan al cementerio para asistir al entierro de Anthony Cooper.

Helen: ¿Seguro que quieres hacerlo? [Locke asiente] Podríamos ir a ese picnic, ya sabes.

Locke: Pronto. Lo prometo.

Helen: Eh, a lo mejor te ha dejado tu riñón.

Los dos se ríen.

Locke y Helen están sentados junto al ataúd mientras un sacerdote preside la ceremonia. Son las dos únicas personas presentes.

Padre Chuck: Nosotros que estamos vivos, que estamos aquí, nos encontraremos con ellos en las nubes para reunirnos con el Señor en el aire y viviremos con el Señor para siempre.

Locke se da cuenta de que cerca de los árboles hay dos tipos con pinta de matones.

Padre Chuck: Te encomendamos el alma de Anthony Cooper, pero nunca nos separaremos de él. Y ahora nos unimos a Cristo mientras vamos hacia él. Amén.

Locke nota la presencia de un coche plateado.

Padre Chuck: ¿Quiere decir algo, John?

Locke: [Se acerca al féretro y pone la mano sobre él] Te perdono.

El coche se aleja. Fin del flashback.


Corte al búnker. Un mensaje muy confuso sigue sonando por el altavoz.

Voz:... proceda por favor... protocolo... proceda por favor...

Henry: ¿John? Eh, ¿estás ahí afuera? ¿Qué es ese ruido? ¿John? ¿Qué pasa? Dime algo.

Locke: [Tratando de entender el mensaje del altavoz. Grita] ¡¿Puedes guardar silencio?!

Henry: Dime qué está pasando. ¿Qué demonios está...

Locke: [Gritando] ¡¿Vas a callarte?!

Voz: 9, 8, 7, 6, 5...

Henry: A lo mejor deberías buscar a Jack.

Locke: ¡He dicho que te calles!

Voz: 4, 3, 2, 1.

Las puertas de emergencia empiezan a bajar del techo. Locke consigue introducir una barra de metal debajo de una de ellas antes de que se cierre completamente, de forma que pueda usarlo de palanca para volver a abrirla.

Henry: ¿Qué ha pasado?


Hurley, Sawyer y Kate están jugando al póker en la playa.

Hurley: Me apuesto cuatro papayas.

Sawyer: Tú no puedes apostar. Yo acabo de apostar. Puedes igualarla, subirla o retirarte, chuletas de cordero.

Hurley mira a Kate, sin saber qué hacer.

Kate: No me mires.

Jack se acerca a ellos.

Jack: Enséñalas, Hurley. Te tiene cogido.

Hurley: Colega, tengo una mano ganadora.

Jack: No, no la tienes.

Hurley: Pero ni siquiera sabes lo que...

Jack: Tú tienes dos seguidas de distinto palo. [Refiréndose a Sawyer] Y él dos del mismo palo.

Kate: ¿Y yo qué? ¿Qué tengo yo?

Jack: Cualquiera sabe, pero sólo juegas por diversión.

Kate: Bueno, divertirse no es malo. Deberías intentarlo de vez en cuando.

Jack: [Se marcha] No la iguales, Hurley.

Sawyer: [A Jack] Eh, Amarillo Slim, ¿crees que porque has visto jugar al póker en la tele puedes enfrentarte con los chicos grandes?

Jack: Tengo que volver al búnker.

Sawyer: El búnker no irá a ninguna parte, doc. ¿No te gustaría llevarte unos mangos a la boca?

Jack: Supongo que podría jugar una mano o dos.


Corte al búnker. Las luces empiezan a parpadear.

Henry: ¡Eh! ¿Qué pasa?

Locke trata de levantar la puerta usando la palanca, pero apenas si consigue moverla.

Henry: ¿Sigues ahí afuera? John. ¿John?

Locke: Estoy aquí.

Henry: ¿Qué es ese ruido? ¿Qué pasa? ¿Algo...

Locke: No pasa nada.


Flashback. Locke coloca una rejilla de nuevo en una casa y luego se reúne con una mujer en la parte delantera. Se trata de Nadia, la novia de Sayid.

Nadia: ¿Cuál es el veredicto, Sr. Locke?

Locke: Uh, las medidas contra terremotos son de primera calidad. No hay moho visible, ni nada podrido. Lo leerán todo en mi informe, eh, pero creo que usted y su marido tienen una casa estupenda.

Nadia: Si tuviera un marido, seguro que le encantaría escuchar eso.

Locke: Si firma esta factura...

Locke se vuelve para mirar hacia la carretera y descubre le mismo coche plateado que había en el funeral. Se acerca a él y la persona que hay en el interior baja la ventanilla. Es su padre.

Anthony: Hola, hijo.

Corte a Anthony y Locke sentados en una mesa en un bar.

Locke: ¿Qué quieres?

Anthony: Mira, John, ya sé que lo que te hice estuvo mal.

Locke: Me robaste un riñón.

Anthony: Me estaba muriendo.

Locke: Podrías habérmelo pedido. Podrías haberlo pedido. ¿Qué quieres de mí?

Anthony: Fingí mi muerte porque ahí afuera hay dos hombres que quieren acabar conmigo.

Locke: Oh. ¿Qué hiciste, robarles sus hígados?

Anthony: No. Les quité 700.000 dólares. Para mi jubilación. Puse el dinero en una caja de seguridad pero esos dos tipos deben estar sentados en el banco esperando a que aparezca. Por eso necesito que vayas a sacarlos por mí.

Locke: ¿Crees que soy estúpido?

Anthony: Quiero que te quedes con doscientos de los grandes. Eso no te compensará por lo que te hice pero es todo lo que puedo hacer. Estaré en el motel Flight Line. Está cerca del aeropuerto... hasta mañana por la tarde, y luego me iré, con o sin el dinero. Y, John, si no nos vemos de nuevo... Lo entenderé.

Fin del flashback.


Corte al búnker. Locke está hablando con Henry a través de la puerta de la armería.

Locke: Estamos encerrados.

Henry: ¿Qué?

Locke: Las puertas se cerraron automáticamente. Toda el área está sellada. No puedo salir.

Henry: ¿Has intentado forzar...

Locke: Sí, pero no pude... A lo mejor... Si lo intentamos los dos...

Henry: ¿Quieres que te ayude?

Locke: Sí.

Henry: Y si te ayudo a levantar las puertas luego me encerrarás de nuevo aquí, ¿no?

Locke: Eso es.

Henry: Entonces voy a necesitar que me des tu palabra, John. Necesito que me des tu palabra de que no dejarás que tu gente me haga nada.

Locke: Bueno, si eres quien dices ser, ¿por qué estás tan preocupado?

Henry: Les han pasado cosas, cosas con las que no tengo nada que ver. Pero no tienen a nadie a quien culpar, excepto a mí. Así que voy a necesitar tu palabra de que me protegerás, no importa lo que pase.

Locke abre la puerta de la armería.

Locke: ¿Quién eres?

Henry: Me llamo Henry Gale. Soy de Minnesota, y me estrellé en esta isla, como tú.

Locke: Muy bien. Tienes mi palabra.


Hurley, Kate, Sawyer y Jack están jugando a las cartas en la playa. En el suelo, entre Jack y Sawyer, hay una enorme pila de fruta.

Hurley: Colega, me has cogido.

Kate: Paso.

Sawyer: ¿Crees que estás en mi cabeza, doc?

Jack: Todavía tienes tres papayas. Iguala la apuesta o retírate.

Sawyer: Bueno, ahora sí que tienes problemas. Gano con una pareja de reinas. [Se ríe]

Jack: [Le enseña sus cartas] Pareja de reyes.

Hurley: Vaya, colega.

Kate se ríe, pero Sawyer parece hecho polvo.

Jack: Pero al menos no estoy en tu cabeza. Bueno, supongo que eso es todo.

Sawyer: ¿Qué quieres decir?

Jack: Sawyer, estás arruinado. Yo lo tengo todo. No sería justo que te levantaras y fueras a buscar más mangos.

Sawyer: Oh, tengo muchas más cosas aparte de mangos. ¿Quieres hacer apuestas de verdad? Dilo.

Jack: [Riéndose] Es un montón de fruta, tío.

Sawyer: Y quiero recuperarla.

Kate: ¿Debería ir a buscar un árbitro?

Sawyer: [A Hurley] Se acabó la diversión, Mongo. ¿Por qué no te vas a comer algo?

Hurley: Pero quiero...

Kate: [Kate se levanta y le hace un gesto para que la siga] Vamos, Hurley. Dejemos a los niños en la caja de arena.

Sawyer: ¿Otra mano, doc? ¿Qué nos apostamos?

Jack: Las medicinas que robaste de la armería. Todas.


Locke está preparando varias pesas para colocarlas debajo de la puerta y tratar de subirla de nuevo. Locke y Henry la levantan lo suficiente como para que Locke pueda introducirlas debajo de la puerta. Luego intentan subirla de nuevo, un poco más alto. Henry está usando la palanca.

Locke: ¿Preparado? Uno, dos, tres. Vamos. Más fuerte.

Henry: Se me escapa.

Locke: La caja de herramientas. Tráela. Yo lo sujetaré.

Henry: ¿Seguro?

Locke: ¡Tráela! ¡Vamos, vamos! Ponla debajo.

Henry corre a buscar la caja y la coloca debajo de la puerta. Funciona durante unos segundos, pero pronto parece evidente que no es lo bastante resistente como para aguantar el peso de la puerta. Locke trata de pasar al otro lado antes de que sea tarde.

Henry: John, espera. ¿No crees...

El peso de la puerta aplasta la caja y esta cae sobre Locke, atrapándole las piernas. Locke grita de dolor mientras Henry intenta levantar la puerta de nuevo. Uno de los topes le ha perforado el muslo.

Locke: Tienes que detener la puerta. Pon algo debajo. ¡Vamos, vamos!

Henry empuja más pesas debajo de la puerta.

Locke: Apílalas, apílalas. Tienes que detener la presión. Vamos, vamos, vamos.

Henry logra amontonar bastantes pesas como para que la puerta se pare y los topes no se sigan clavando en la pierna de Locke.

Henry: Muy bien, muy bien. Vamos a sacarte. Vamos a sacarte. Vamos.

Henry empieza a tirar de Locke, tratando de liberarle, pero sólo consigue empeorar las cosas. Está claro que tendrán que levantar la puerta para sacarle, o los topes le destrozarán la pierna.

Locke: No, no, no, para. Para, para, para.

Henry: Muy bien. Esperaremos que venga alguien, ¿de acuerdo? Sólo es una cuestión de tiempo, ¿vale?

Locke: No, no tenemos tiempo.


Flashback. Plano de una cámara de seguridad en un banco. Locke abre la caja número 1516 y en el interior encuentra muchos fajos de billetes.

Locke llega a su casa. Lleva una bolsa colgada al hombro.

Locke: Cariño, ponte el vestido de los domingos. Voy a llevarte de juerga...

Helen: [Interrumpiéndole] John, tenemos visita.

Locke se vuelve y descubre a los hombres que estaban en el funeral de su padre.

Helen: Um, estos hombres dicen que conocían a tu padre.

Bane: Hola, John. Soy Jimmy Bane.

Bane le ofrece la mano, pero Locke duda varios segundos antes de estrechársela.

Locke: Seguro que Helen les ha dicho que no le conocía muy bien.

Bane: Me lo dijo. Pero me gustaría hacerle un par de preguntas, si le parece bien.

Locke: Claro, por supuesto.

Bane: ¿Ha visto a su padre desde que murió, Sr. Locke?

Locke: ¿Cómo podría...

Bane: Bueno, creemos que existe la posibilidad de que no esté muerto y que usted lo sepa. Es decir, para ser su hijo no parecía muy afectado durante el funeral.

Helen: [Sale en defensa de John, enfrentándose al hombre muy enfadada] ¿Cómo se atreve? Si tuviera la menor idea de lo que le hizo ese hombre, lo que ese hijo de puta...

Locke: Eh, Helen...

Helen: Fuimos allí para dejarle en el pasado, para seguir con nuestras vidas, dejarle ir. Salgan aquí.

Locke: Helen, eh.

Bane: Vale. Vale. Una cosa más antes de irnos. ¿Qué hay en la bolsa, John?

Locke: Papeles de trabajo y otras cosas. Soy inspector de casas.

Bane: ¿Le importa si echo un vistazo?

Locke le da la bolsa y el hombre vacía su contenido sobre la mesa de la cocina. Dentro no hay nada, salvo papeles y herramientas.

Bane: Bueno, eso es todo. Gracias por el café, señorita.

Se van.

Locke: Helen, lo siento. ¿Estás bien?

Helen: ¿Les has mentido a esos hombres, John?

Locke: No, estaba asustado. Estaba... Estaba asustado.

Se abrazan.


Sawyer y Jack están jugando a las cartas en la playa. Sawyer está barajando.

Sawyer: ¿Dónde aprendiste a jugar a las cartas, doc?

Jack: En Pucket.

Sawyer: ¿Qué demonios estabas haciendo en Tailandia? [Jack no responde] ¿Qué, crees que no sé dónde está Pucket? El que dejara de estudiar en noveno no significa que sea idiota. El lejano oriente, ¿eh? No te había tomado por un viajero. ¿Fue allí donde te hiciste el tatuaje en el hombro?

Jack: ¿Y si barajas de nuevo?

Sawyer: ¿Qué?

Jack: Pero esta vez con toda la baraja.

Sawyer: [Sonriendo] Bueno, tenía que intentarlo.


Corte al búnker.

Henry: ¿Para qué sirve?

Locke: No estamos del todo seguros.

Henry: Y lo apretáis...

Locke: Cada 108 minutos, sí.

Henry: ¿Y cuándo va a sonar la alarma?

Locke: Muy pronto. Por eso tienes que salir por la rejilla y por los conductos de ventilación.

Henry: La rejilla está cerrada. Ya lo he intentado.

Locke: Sí. Hay otra rejilla en la despensa. Puedes salir por allí. Sigue el conducto hasta la cúpula.

Henry: Tal vez deberíamos esperar...

Locke: Oh, no podemos esperar. Saltará en cualquier momento. He confiado en ti, Henry. Ahora tú tienes que confiar en mí. Alguien tiene que apretar el botón.

Henry: Vale. ¿Qué tengo que hacer?

Locke: Una vez que estés dentro escucharás la alarma sonando. Entonces tienes que introducir los números. 4, 8, 15, 16, 23, 42. Y pulsar "ejecutar." Tienen que ser esos números y en ese orden. ¿Lo tienes...

Henry: 4, 8, 15, 16, 23, 42. Lo tengo.

Locke: Vete.

Henry se dirige hacia la despensa mientras Locke lo observa desde lejos.

Locke: ¿Llegas?

Henry: Creo que sí.

Henry se sube a las estanterías para intentar alcanzar la rejilla.

Locke: Ten cuidado.

La estantería se tambalea peligrosamente y Henry pierde el equilibrio y cae al suelo, golpeándose la cabeza y quedando inconsciente.

Locke: ¿Henry?

La alarma comienza a sonar. Quedan cuatro minutos.

Locke: [Gritando desesperado] ¡¿Henry?!


Corte a la playa. Jack y Sawyer siguen jugando a las cartas mientras el resto del grupo les observa desde lejos con ayudad de unos prismáticos. Libby se acerca a ellos.

Libby: ¿Qué pasa?

Hurley: Jack y Sawyer por fin van a enfrentarse.

Plano de la partida de cartas.

Jack: Diez mangos.

Sawyer: Vale. Igualo con la aspirina, y subo un frasco de amoxicilina.

Jack: ¿Sabes lo que es la amoxicilina?

Sawyer: Puede que tú hayas estado en Pucket, doc, pero yo he estado en Tallahassee. [Jack le mira sin comprender a qué se refiere] Digamos que algo estaba ardiendo, y no era por la luz del sol.

Jack: Voy.

Sawyer: Vaya, ese es el movimiento de un hombre que quiere que me retire.

Jack: No vas a hacerlo.

Sawyer: ¿No? ¿Y eso por qué?

Jack: Porque hay un montón de gente mirándonos y no quieres que te vean perder. De nuevo.

Sawyer: Hmm. Vale, muy bien, las veo. ¿Qué tienes? [Jack le enseña sus cartas] ¿Una pareja de nueves? ¿Has jugado con una pareja de nueves?

Jack: Me has cogido. Veamos las tuyas.

Sawyer le muestra sus cartas, muy enfadado. Tiene una pareja de cincos.

Jack: Supongo que era suficiente, ¿eh?

Sawyer: Hijo de puta.

Jack se pone de pie para marcharse.

Jack: Vendré luego a por las medicinas.

Sawyer: Eh. Cuando te pregunté qué querías apostar, ¿por qué no pediste las pistolas?

Jack: Las conseguiré cuando las necesite.


En el búnker Henry sigue inconsciente en el suelo de la despensa, mientras la alarma no deja de sonar insistentemente. Locke continúa atrapado bajo la puerta de seguridad.

Locke: ¿Henry? Levántate, maldita sea. ¡Henry! [Henry vuelve en sí lentamente] Henry, ¿estás bien?

Henry: [Desorientado] ¿Qué ha pasado?

Locke: Escúchame. Tienes que subir a los conductos e introducir los números en el ordenador.

Henry: ¿Cuánto tiempo he estado...

Locke: Por favor, tienes que irte ya. Nos estamos quedando sin tiempo.

Henry: [Débilmente] Sí, vale.

Locke: ¡Ten cuidado!

Henry se sube de nuevo a la estantería y consigue retirar la rejilla que hay en el techo, metiéndose en el conducto de ventilación.

Locke: ¡¿Henry?! [La alarma indica que queda menos de un minuto para introducir el código] Henry, ¡¿me oyes?!

Locke intenta levantar la puerta con las manos, pero es demasiado pesada y no consigue moverla.

Locke: ¿Henry? ¿Henry?


Flashback. Locke llega al Motel Flight Line y tras dejar el coche en el aparcamiento se dirige hacia la habitación de su padre. Un avión enorme pasa por encima del edificio, a muy poca distancia del suelo. Llama a la puerta mientras mira alrededor para asegurarse de que nadie le está mirando.

Anthony: [Desde el otro lado de la puerta] Sí, ¿quién es?

Locke: Soy John. [Anthony abre la puerta con una enorme sonrisa en la cara] ¿Puedo entrar?

Anthony: Sí, por supuesto.

Locke deja la bolsa con el dinero encima de la mesa y Anthony comienza a pasar los fajos de billetes a su propia bolsa.

Anthony: ¿Algún problema?

Locke: No.

Anthony: Tu chica en mi funeral... ¿tiene nombre?

Locke: Helen.

Anthony: Vaya, un nombre muy bonito. Una chica muy bonita también.

Locke: Yo, eh, voy a pedirle que se case conmigo... esta noche, para ser sinceros.

Anthony: [Riéndose] Me alegro por ti. Enhorabuena.

Locke: Sí, gracias.

Anthony deja varios fajos de dinero encima de la mesa, formando dos montones.

Anthony: Tu parte. Deberías planear una buena luna de miel.

Locke: No lo he hecho por el dinero.

Anthony: ¿Y por qué entonces? [Locke se limita a mirarle sin decir nada, pero Anthony no parece muy dispuesto a seguir con la conversación. Evidentemente, él sí lo ha hecho por el dinero] Bueno, muy bien. Eh... Mi avión. Tengo... tengo un taxi esperando. Si no quieres el dinero, la limpiadora se encontrará una propina enorme. Adiós, John.

Anthony abre la puerta para marcharse y se encuentra a Helen allí de pie. Locke se queda estupefacto al verla y la expresión de la cara le cambia por completo. Helen está muy furiosa.

Helen: [A Anthony] ¿Eres él?

Anthony: Escucha, cariño...

Helen: [Le da una bofetada] ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste hacerle esto? Íbamos a superarlo.

Helen mira a Locke y él parece querer explicárselo todo, pero no consigue encontrar las palabras. Tras varios segundos ella se da la vuelta y se marcha sin decir nada más

Locke: Helen, espera. [La sigue hasta el aparcamiento] Helen, espera. No lo entiendes. Iba a contártelo todo.

Helen: Me has mentido.

Locke: No, por favor, puedo explicártelo.

Helen: Me miraste a los ojos y me mentiste. Has tomado una decisión, John. Necesitas su amor más que el mío.

Locke: No, te elegí a ti. Iba a... Te quiero. [Helen abre la puerta del coche] No, por favor. Por favor. Por favor, Helen. Por favor, te quiero y quiero pasar el resto de mi vida contigo y no puedo vivir si ti, Helen. Helen, [Se pone de rodillas en mitad del aparcamiento y saca la cajita con el anillo. La abre y se lo enseña] ¿Quieres casarte conmigo?

Durante unos momentos Helen parece dudar, pero finalmente niega con la cabeza, se mete en el coche y se va.

Locke: Helen.

Anthony ha observado toda la escena. Entra en el taxi sin decir nada y se marcha camino del aeropuerto. Fin del flashback.


Corte a Locke atrapado bajo la puerta en el búnker. La alarma suena más fuerte cada vez.

Locke: ¡Henry! ¡Henry!

De pronto la alarma se detiene y escuchamos los números del contador moviéndose. A continuación se escucha un sonido como si algún tipo de máquina se estuviera encendiendo. Las luces se apagan y los números del contador se paran.

Locke: Di algo, por favor.

Las luces de emergencia se encienden y todo adquiere un tono azulado. Entonces Locke levanta la vista muy sorprendido y dibujado en la puerta de seguridad descubre un mapa de la escotilla, sólo visible con las luces negras. Locke lo estudia estupefacto e incrédulo, tratando de grabar cada detalle en su memoria antes de que desaparezca de nuevo. Una gran sonrisa le ilumina la cara. Entonces las luces normales se encienden de nuevo y las puertas de emergencia comienzan a subir, liberando la pierna de Locke. Se arrastra hacia atrás hasta salir de debajo de la puerta.

Locke: ¡Henry!

Locke se arrastra hasta la habitación donde se encuentra el ordenador.

Locke: ¿Henry? ¿Hay alguien aquí?

El contador en la pared marca 107.

Locke: ¿Hay alguien ahí? ¡Henry!

Henry aparece detrás de Locke y se acerca a él. Locke sigue tendido en el suelo y la pierna le sangra a la altura del muslo.

Locke: [Ligeramente sorprendido] Has vuelto.

Henry: ¿Creías que iba a dejarte aquí? Vamos. ¿Puedes levantarte?

Locke: Yo... creo que sí. [Locke se pone de pie y se apoya contra la pared] Gracias, Henry. Gracias por no haberme dejado.

Henry: De nada, John.


Es de noche. Jack camina por la selva, iluminando su camino con ayuda de una antorcha. Kate, son otra antorcha en la mano, corre hasta llegar junto a él.

Kate: Eh. Eh, Jack. Espera. ¿Vuelves al búnker?

Jack: Sí.

Kate: ¿Te importa si te acompaño? Hace mucho que no me doy una ducha y esperaba que...

Jack: [Un poco molesto e incómodo] Lo cierto es que las cañerías están estropeadas.

Kate: [Incrédula] ¿Estropeadas?

Jack: Sí, el agua sale marrón. Supongo alguna está rota, y vamos a necesitar algún tiempo para encontrarla.

Kate: [Bastante desilusionada] Oh. Bueno, supongo que he malgastado el viaje.

Jack: Bueno, te lo haré saber tan pronto como esté arreglada.

Kate: Vale. [Se da la vuelta para marcharse, pero entonces se vuelve de nuevo hacia Jack] Me alegro de que le ganaras a Sawyer.

Jack: [Pensándolo mejor] ¿Sabes una cosa? El búnker puede esperar hasta mañana, si quieres que te acompañe hasta la playa.

Entonces Kate nota una luz parpadeando a varios metros de ellos, entre los árboles. Jack también la ve.

Kate: ¿Lo has visto?

Jack: Sí.

Se encaminan hacia ella y descubren un cargamento de productos con el logo de Dharma.

Jack: Un paracaídas.

Kate coge una de las cajas de la pila de suministros.

Jack: Espera.

Kate sujeta una caja de macarrones con queso.

Kate: Es comida.

Entonces escuchan unos ruidos a sus espaldas y cuando se vuelven descubren a Charlie, Sayid y Ana saliendo de entre los árboles.

Charlie: ¿Qué demonios es eso?

Jack: [A Sayid] ¿Qué habéis encontrado?


Henry Gale ayuda a Locke a llegar hasta uno de los sofás del búnker.

Henry: Te tengo. Despacio, despacio.

Henry le levanta la pierna herida para colocarla encima de la mesita, y Locke respinga de dolor.

Henry: Lo siento.

Locke: ¿Cómo has... ¿Qué has hecho para conseguir que las puertas subieran?

Henry: Hice lo que me dijiste. Introduje el código y apreté el botón pero no pasó nada, aparte del reloj volviendo al principio. Me metí de nuevo en el conducto y entonces las luces se apagaron. Diez segundos después las puertas empezaron a subir. No hice nada.

Locke: ¿Crees que sólo fue casualidad?

Henry: No me mires. Es tu búnker.

Jack, Sayid, Ana, Charlie y Kate entran en la habitación.

Jack: [A Henry] Aléjate de él.

Henry: Espera. No...

Sayid le apunta con su pistola.

Sayid: Retrocede ahora mismo.

Locke: Sayid, está bien.

Jack agarra a Henry y le empuja contra la pared.

Jack: ¡He dicho que te alejes!

Locke: Está bien. Le dejé salir. Había una especie de bloqueo o algo. Él... me estaba ayudando.

Henry: ¿No encontraste mi globo?

Ana: Sí, lo encontramos.

Sayid: Encontramos tu globo, Henry Gale, exactamente como lo describiste. También encontramos la tumba... la tumba de tu esposa. La tumba que excavaste sólo con las manos. Todo estaba allí. La historia completa. Tu coartada era verdad... Pero yo seguía sin creérmela. Así que excavé la tumba y descubrí que dentro no había una mujer, sino un hombre. [Sayid le enseña un permiso de conducir. La foto que aparece en él es de un hombre negro de mediana edad] Un hombre llamado Henry Gale.




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Traducción: gwedynn



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