Episodio 223 - "Vivir juntos, morir solos"

Emisión Original: 24 Mayo 2006



Escrito por: Damon Lindelof & Carlton Cuse
Dirigido por: Jack Bender




El grupo de supervivientes que se ha reunido en la playa para el funeral de Ana y Libby observa incrédulo el velero que avanza directamente hacia la playa. Todos tratan de hacerse ver moviendo los brazos y gritando.

Charlie: ¿Nos rescatan? ¿Estamos salvados? [Agitando los brazos] ¡Eh!

Jack, Sawyer y Sayid corren hacia la orilla y comienzan a quitarse las camisas, los zapatos y los calcetines para lanzarse al agua.
Los tres nadan hacia el barco mientras Kate les observa desde la playa con unos prismáticos.


Charlie: ¿Ves algo?

Kate: No.

Hurley: Puede que sea una trampa.

Charlie: ¿Qué quieres decir?

Sawyer, Sayid y Jack finalmente alcanzan el barco y suben a bordo con ayuda de una cuerda que cuelga de la barandilla. Jack saca la pistola, la amartilla y avanza con precaución, pese a que la cubierta está desierta. De fondo se oye una ópera, la música saliendo por los conductos de ventilación. Sawyer y Sayid también empuñan sus armas.

Jack: [A Sawyer] ¿Oyes eso?

Sawyer asiente.

De pronto unos disparos atraviesan la puerta de madera de la escotilla y los tres se alejan de la trayectoria de las balas. Entonces escuchamos el sonido de un cargador vacío.

Desmond: [Desde abajo] Ah, maldita sea.

Jack rompe la puerta de una patada y en el camarote vemos a Desmond sentado en el suelo con un rifle en la mano. Está muy sucio y despeinado y parece completamente borracho.


Desmond: [Mirando incrédulo a Jack] Tú.

Jack baja el arma mientras Desmond se ríe y le da otro trago a la botella. Sayid y Sawyer le observan sin saber muy bien qué es lo que pasa. ¿Quién es este tipo?


Noche. Los supervivientes están reunidos en la playa alrededor de varias hogueras, hablando muy excitados y pidiendo explicaciones. Kate intenta calmarlos sin mucho éxito.

Kate: Esperad un momento, ¿vale? Vuelvo enseguida. [Se dirige hacia donde se encuentra Jack sirviendo un plato de comida] Todos quieren saber lo que pasa Jack. Hay un barco...

Jack: Sólo diles que Desmond ha vuelto. Al menos hasta que pueda descubrir el resto, ¿de acuerdo?

Jack se sienta en la arena junto a Desmond, que no se separa de su botella durante un solo segundo, y le ofrece el plato con la cena pero Desmond ya tiene bastante con la bebida.

Jack: Supongo que cuando saliste corriendo se te olvidó mencionar que tenías el barco de vela. ¿Por qué has vuelto?

Desmond: [Riéndose] ¿Crees que lo he hecho a propósito? Estuve navegando durante dos semanas y media, directamente hacia el oeste, a 9 nudos. Debería haber estado en Fiji en menos de una semana. Pero el primer pedazo de tierra que vi no era Fiji, ¿verdad? No. No. Era esta, esta... [Frustrado] Esta isla. ¿Y sabes por qué? Porque esto es todo. Esto es todo lo que queda. Este océano y este lugar. ¡Estamos atrapados en un maldito globo de nieve! No hay mundo exterior, no hay forma de escapar. Así que... vete, ¿vale? Déjame beber. [Le da otro trago a la botella]

Sayid se acerca a ellos llevando una antorcha en la mano y le hace un gesto a Jack para indicarle que quiere hablar con él. Jack se pone de pie.

Desmond: ¿Seguís apretándolo?

Jack: [Riéndose] Sí, seguimos apretándolo.


Flashback. Interior de una cárcel. Desmond está junto a la ventanilla recogiendo sus objetos personales, que uno de los soldados está sacando de un sobre.

Guardia: Llaves. Un reloj de bolsillo dorado. Una foto. [Vemos la foto de Desmond junto a su novia] Un libro... "Nuestro Mutuo Amigo" [El libro tiene varias gomillas alrededor] ¿Por qué lo trajiste?


Desmond: Para evitar la tentación, hermano. He leído todo lo que escribió Charles Dickens, cada maravillosa palabra, cada libro. Excepto este. Lo estoy reservando, para que sea la última cosa que leo antes de morir.

Guardia: Buena idea. Si es que sabes cuándo vas a morir. [Pone un sello en un papel. Recitando] Lance Desmond David Hume, ha cumplido su sentencia, y de ahora en adelante queda expulsado con deshonores del Regimiento Real Escocés de las Fuerzas Armadas de la Reina. Larga vida a la reina. Disfruta el jodido libro.

Desmond sale de la cárcel y encuentra un coche esperándole en la puerta. En el asiento de atrás hay un hombre que baja la ventanilla para hablar con él. Llueve a mares.

Charles Widmore: ¿Quieres dar un paseo?

Desmond: No con usted.

Charles: Sube al coche.

Desmond finalmente se sube al vehículo y ve dos cajas sobre el asiento.

Desmond: ¿Me ha traído un regalo?

Charles: La verdad es que son dos regalos. Una de estas cajas contiene tu pasado, Hume, y la otra tu futuro. Vamos. Ábrela.

Desmond abre una de las cajas y en el interior descubre docenas de sobres.


Coge varios de ellos y cuando los examina se da cuenta de que son las cartas que le ha estado mandando a Elizabeth durante todo el tiempo que ha pasado en la cárcel. Ninguna de ellas está abierta.


Desmond: Es un bastardo, ¿lo sabía?

Charles: El hecho de que ella nunca recibiera tus sentimientos, es lo mejor para ella. Bueno porque, en lo que a ella respecta, tú la has abandonado. Y así es como serán las cosas.

Desmond: ¿De verdad?

Charles: Penélope ha seguido adelante con su vida, Hume. Va a casarse. [Abre la otra caja y vemos que está llena de dinero] Esto es para tu nueva vida lejos de mi hija. Las condiciones son sencillas. Nada de contacto. Ni cartas ni llamadas. Te limitas a largarte, Desmond.


Desmond: ¿Qué le hace pensar que voy a marcharme sin más?

Charles: Porque eres un cobarde.

Fin del flashback.


Jack y Sayid pasean por la playa mientras hablan acerca de la situación en la que se encuentran.

Sayid: De camino al funeral te dije que Michael había llegado a un acuerdo con los Otros, y tú me preguntaste cómo íbamos a aprovecharnos de eso. Creo que el destino nos ha dado la respuesta. El barco.

Jack: ¿El barco?

Sayid: El campamento al que os lleva Michael, al otro lado de la isla, [Sayid arroja la antorcha a una de las hogueras] allí es donde van a tenderos la trampa. Mientras Michael os lleva por tierra, yo puedo llegar mucho más rápido por el mar. Y puedo desembarcar sin que se den cuenta.

Jack: ¿Desembarcar y hacer qué?

Sayid: Observarles. Cuántos son y sus posiciones. Las armas. Entonces iré hasta la playa más cercana y encenderé un fuego con esto. [Le enseña unas hojas] Arden con un humo negro y oscuro. Tú y el resto del grupo os reuniréis conmigo donde esté la señal y seguiremos juntos.

Jack: Ni siquiera estamos seguros de que Michael esté de su parte.

Sayid: [Rotundamente] Lo está.

Jack: Les contaré a Kate, Hurley y Sawyer lo que vamos a hacer...

Sayid: [Interrumpiéndole] No. Michael no puede darse cuenta de que sabemos que está mintiendo. Lo único que tenemos es el factor sorpresa, Jack. Ahora es tu responsabilidad guardar el secreto.

Jack: Humo negro.

Sayid: Esta vez sabrán que llegamos.


Locke regresa al búnker cojeando y encuentra a Eko sentado frente al ordenador, examinando los papeles que encontraron en La Perla.

Eko: Hola, John.

Locke se vuelve para mirar el contador. Marca cinco minutos.

Eko: ¿Dónde has estado?

Locke: He estado pensando.

Eko: ¿En qué?

Locke: En que dentro de un minuto el ordenador empezará a sonar, y cuando lo haga, vas a dejarlo. Vas a dejar que llegue a cero. Más allá de cero. Y no vas a apretar el botón.

Eko: Pero voy a apretar el botón. ¿Por qué no iba a hacerlo?

Locke: Porque no quieres ser un esclavo.

Eko: Yo no soy esclavo de nada.

En ese momento la alarma comienza a sonar.

Locke: [Señalando el contador] Eres esclavo de eso. Como lo era yo. Así que voy a decírtelo de nuevo: no lo aprietes.

Eko: No me digas lo que no puedo hacer.

Eko empieza a introducir los números en el terminal en contra de los deseos de Locke, que coge el palo sagrado de Eko para golpear la pantalla con él. Pero Eko se pone de pie y logra detenerle antes de que lo consiga. Los dos se enzarzan en una pelea.

Locke: No puedes apretar el botón.

Eko le da un puñetazo y le tira al suelo. Entonces regresa al ordenador para terminar de introducir el código antes de volver junto a John y cogerle de nuevo, empujándole hacia la salida del búnker.

Locke: No, no es real. Sólo somos marionetas. Títeres. Y mientras sigamos apretándolo nunca seremos libres.

Locke trata de resistirse, pero Eko le da una patada y le empuja al exterior.

Eko: Ahora eres libre, John. No vuelvas.

Y cierra la puerta tras él.

Locke: No.


El barco está anclado a varios cientos de metros de la playa. El pequeño grupo de rescate se prepara para salir, y Jack reparte las armas. Le da una a Michael y otra a Hurley.

Hurley: Ni hablar. Si cojo eso voy a matar a alguien.

Sawyer: ¿No es ese nuestro objetivo?

Hurley: Pensé que nuestro objetivo era traer a Walt de vuelta.

Jack le da una pistola a Kate.

Jack: ¿Qué pasa?

Kate: Las cosas que encontramos en la estación médica, disfraces, maquillaje, una barba falsa... ¿Y si esta gente quiere que pensemos que son unos paletos?

Michael se pone de pie muy nervioso.

Michael: Escucha, escucha. Yo estuve allí. Les vi. Son unos paletos. Viven en cabañas, comen pescado. Probablemente están más asustados que nosotros, y no tienen ni idea de que vamos de camino.

Sawyer: Muy bien. Basta de charla. Vámonos.

El grupo se aleja por la playa.


Desmond rema con la lancha hacia la playa tras haber dejado el velero. Vemos que el barco se llama Elizabeth. Cuando sube la lancha a la arena Sayid llega junto a él corriendo.

Sayid: Necesito tu barco.

Desmond: Yo no perdería el tiempo. Ahí fuera no hay nada, amigo.

Sayid: No voy ahí afuera. Tengo que llegar a la orilla norte de la isla, y rápido.

Desmond: ¿Quieres ver a los hostiles?

Sayid: ¿Los qué?

Desmond: ¿Sabes una cosa? La ignorancia es una bendición. El barco es todo tuyo, hermano. Para lo que te va a servir...

Desmond se deja caer en la arena y le da un trago a su inseparable botella con el logo de Dharma.

Sayid: Yo no sé navegar.

Desmond: Entonces, busca a alguien que sepa.


Flashback a una cafetería. Desmond está frente al mostrador.

Desmond: [Al empleado] Dame el que tenga más cafeína, hermano.

Cuando va a pagar se da cuenta de que no tiene ningún billete que le sirva. Todos son libras y no dólares.

Desmond: Maldita sea... Lo siento mucho, acabo de llegar y gasté todo mi dinero americano en un taxi.

Una mujer que hay junto a él deja varios billetes sobre la caja. Se trata de Libby.

Libby: Yo lo pago.

Desmond: No es necesario.

Libby: Sólo son cuatro dólares.

Desmond: Supongo que no tiene 42.000 más de esos, ¿verdad?

Libby: Depende de para qué los quiera.

Desmond: Estaba bromeando.

Libby: No, no lo estaba.

Desmond y Libby están sentados en una de las mesas en la cafetería. Ella está mirando un folleto acerca de la carrera.


Libby: ¿Una carrera en solitario alrededor del mundo?

Desmond: Tengo ocho meses para ponerme en la mejor forma de toda mi vida. Pero le digo una cosa, señorita. Voy a ganar.

Libby: ¿Y cuál es el premio?

Desmond: Lo que de verdad importa es quién me lo dará.

Libby la foto que hay en el folleto.

Libby: "Charles Widmore".

Desmond: Trató de comprarme, y cuando rechacé su dinero, me quitó la única cosa en el mundo que realmente me importaba.

Libby: ¿Quién es?

Desmond: Su hija. No era adecuado para ella por varios motivos.

Libby: ¿Y para qué quieres los 42.000?

Desmond: [Sonriendo] Es un poco complicado. En este momento no tengo un barco. [A Libby se le ensombrece la cara y de pronto parece muy triste] Perdón, ¿he dicho algo inoportuno?

Libby: [Casi a punto de llorar] Yo tengo un barco. Era de mi marido, pero... enfermó... Quería navegar por el Mediterráneo, pero nunca... Murió hace cerca de un mes.


Desmond: Lo siento mucho.

Libby: Quiero que se quede con él.

Desmond: No puedo aceptarlo.

Libby: Pero tiene que hacerlo. Él lo habría querido.

Desmond: ¿Cómo se llamaba su marido?

Libby: [Sonriendo entre las lágrimas] David.

Desmond: ¿Y cómo se llama el barco?

Libby: "Elizabeth". Le puso mi nombre.

Desmond: Te lo agradezco mucho, Elizabeth. Ganaré la carrera... por el amor.

Libby asiente. Fin del flashback.


Sun y Sayid están sentados en la arena, hablando, cuando Jin se acerca a ellos y les dice algo en coreano.

Sun: [A Sayid] ¿Nos perdonas, por favor?

Sayid: Estaré en la orilla.

Sun: [A Jin] Sayid quiere que lleves el bote hasta el otro lado de la isla. Para ayudar a Michael.

Jin: No. No voy a dejarte. Ahora no.

Sun: No me dejarás, Jin... porque voy contigo.


El grupo de rescate avanza por la selva hacia el otro lado de la isla. Primero va Michael, luego Jack, Hurley, Kate y finalmente Sawyer.

De pronto Sawyer ve una muñeca en el suelo y se agacha para recogerla, pero Kate se lo impide.


Kate: Ni se te ocurra. Es una trampa. Una red. [Levanta la vista hacia los árboles] Rousseau las ha puesto por toda la isla.

Sawyer: ¿Y tú cómo lo sabes?

Kate: Porque accioné una con Jack. Terminamos... [Le mira] No importa.

Sawyer se ríe, así que una red.

Kate: ¿Qué?

Sawyer: Cuando el médico me contó que os habían cogido en una red. Pensé que se refería a... [Riéndose] Otra cosa.

Kate: ¿Y desde cuándo Jack y tú habláis de mí?

Entonces escuchan una rama crujir entre los matorrales, como si alguien la hubiera pisado, y todos sacan sus armas. De pronto un pájaro completamente verde, que casi se confunde con los árboles, alza el vuelo y pasa por encima de ellos chillando. Y su chillido suena como “Hurley”. Michael intenta dispararle, pero en su pistola no hay ni una sola bala.

Hurley: ¿Ese pájaro ha dicho mi nombre?

Sawyer: Sí, claro. Antes de cagar oro.

Michael saca el cargador de la pistola. Vacío.

Jack: Lo siento, tío. Supongo que me olvidé de cargarla. ¿Me la das?

Jack coge el cargador y se quita la mochila en busca de uno nuevo, mientras Michael se pregunta si de verdad sólo ha sido una coincidencia.

Charlie camina por el bosque cuando escucha unos sollozos. Locke está apoyado sobre un árbol. Llorando.


Charlie: ¿John?

Locke se limpia las lágrimas e intenta disimular. Tiene un moretón en la mejilla.

Charlie: ¿Qué te ha pasado en la cara?

Locke: Nada. Estoy bien.

Charlie: Eh... si sientes lástima de ti mismo tal vez te apetezca tomar un trago con tu amigo del búnker. He oído que él también está un poco deprimido.

Locke no tiene la menor idea de lo que está hablando.

Locke: ¿Qué?

Charlie: Oh, es verdad. Tú no estabas allí para ver su dramática llegada durante el funeral. Si me lo preguntas, creo que apretó el botón demasiadas veces.

Locke: ¿Desmond?

Charlie: Sí, Desmond. Seguro que los dos tenéis mucho de que hablar.


Sayid está preparando la lancha para salir cuando Jin y Sun se acercan a él con sus mochilas al hombro. Sayid intenta ocultar la pistola dentro de un trozo de lona.

Sayid: [Al darse cuenta de que Sun pretende acompañarles] Perdona si lo que dije sonó un poco confuso, pero... Le pedí a Jin que viniera.

Sun: Necesitas a alguien para traducir, y necesitas por lo menos dos personas que sepan manejar un barco.

Sayid: Desmond se las apañó él solo.

Sun: Y mira dónde terminó.


En la playa Claire está a punto de inyectarle la vacuna a Aaron.

Desmond: Estás perdiendo el tiempo, hermana. Me inyecté esa cosa cada nueve días durante tres años.

Se pone de pie y se acerca a ellos.

Desmond: [Refiriéndose a Aaron] Es adorable. ¿Está... el padre aquí en la isla?

Claire: No. No, hace mucho tiempo que se fue. Se largó en cuanto la situación empezó a darle miedo.

Desmond: Bueno, tal vez sabía que... Sería un mal padre. Pensaba que estaba haciendo lo que era mejor para ti.

Claire: Estaba haciendo lo que era mejor para él.


Flashback. Desmond se está preparando para correr por el estadio cuando un coche aparca junto a él. La puerta se abre y vemos salir a Jack, que se dirige hacia las gradas. Un segundo coche aparece y de él se baja Penelope.

Desmond: ¿Cómo me has encontrado?

Penelope: El propietario de tu apartamento me dijo que corres todos los días por aquí...

Pero Desmond no se refiere a eso.

Desmond: ¿Cómo me has encontrado?

Penelope: Tengo mucho dinero, Desmond. Con suficiente dinero y determinación se puede encontrar a cualquier persona. ¿Has leído tu adorado libro, aquel que estabas guardando?

Desmond niega con la cabeza.

Desmond: Todavía no.

Penelope: [Con lágrimas en los ojos] Pensé que lo habrías leído mientras estabas fuera.

Desmond: Estaba en la cárcel. No "fuera".

Penelope: ¿Por qué no me escribiste?

Desmond no contesta. Una lágrima se desliza lentamente por la mejilla de Penelope.

Desmond: ¿Cuándo te casas, Pen?

Penelope: Todavía no tenemos una fecha.

Desmond: Volveré en un año.

Penelope: ¿Y si hubieras vuelto ahora mismo?

Desmond: Voy a ganar esa carrera, Pen. Su carrera. Y dentro de un año... volveré.

Desmond le limpia las lágrimas con el pulgar y ella inclina la cabeza contra su mano. Desmond se vuelve para dirigirse hacia el estadio y empezar con el entrenamiento.


Penelope: Desmond, ¿de qué estás huyendo?

Él cierra el maletero del coche y se vuelve para mirarla.

Desmond: Tengo que volver a ganar mi honor. Y hacia eso es hacia lo que corro.

Fin del flashback.


Locke se acerca a Desmond, que sigue emborrachándose en la playa.

Locke: ¿Qué le dice un muñeco de nieve a otro?

Desmond: "Huele a zanahorias".

Locke: Hola, Desmond.

Desmond: [Sonriendo] Hola, hombre de las cajas.

Locke se sienta en la arena frente a él

Locke: [Señalando la botella] ¿Te importa?

John coge la botella y le da un trago.

Desmond: No, por favor. Así que conseguisteis arreglar el ordenador, ¿no?

Locke: El mundo sigue aquí, ¿no?

Desmond: No estoy tan seguro de eso, hermano.

Locke: Refréscame la memoria, Desmond. ¿Cuánto tiempo dices que estuviste allí abajo en el búnker?

Desmond: Tres años.

Locke: Desmond, y si te dijera que... que durante todo ese tiempo, esos años que tú y todos los hombres que estuvieron aquí antes apretando el botón... ¿Y si te dijera que no sirvió para nada?

Desmond: Te preguntaría cómo demonios lo sabes.

Locke: Encontramos otro búnker. Otra estación en la isla. La llaman “La Perla". Y vi una película allí, la película de orientación... [Vemos varios fragmentos de la cinta mientras Locke se lo cuenta a Desmond] Y decía que todo lo que pasa en nuestro búnker... No era real. Que era una prueba. Un experimento psicológico.

Desmond: Estás mintiendo.

Locke saca la cinta de orientación para la estación 5 de la mochila y se la da.

Locke: ¿Quieres dar un paseo? Haré palomitas.

Desmond: Si estás tan seguro de que no es real... [Le tira la cinta] ¡Entonces deja de apretar el botón!

Locke: Bueno, yo he parado, pero por desgracia otra persona decidió empezar. Así que vas a dormir la mona. Y tras una buena noche de sueño, mañana descubriremos qué es lo que pasa si no apretamos el botón.


El grupo de rescate ha acampado en la selva para pasar la noche. Hurley y Sawyer están cerca de una de las hogueras. Sawyer le ofrece un paquete de comida.

Sawyer: ¿Una chocolatina de Dharma?

Hurley: No, gracias. No tengo hambre.

Sawyer: ¿Lo dices en serio?

Hurley le mira muy molesto y ofendido.


Michael se ha alejado varios metros del resto del grupo, incapaz de terminar de aceptar la situación. Tiene lágrimas en los ojos. Jack se acerca a él con una antorcha en la mano.

Jack: Eh. [Michael se vuelve sobresaltado] ¿Estás bien?

Michael: Sí, sólo estaba cortando un poco de leña. Creo que no hace bastante calor.

Jack: No deberías estar aquí solo. Te ayudaré.

Michael: [Tras una pausa] Eh. Gracias por venir y arriesgar el cuello por mi hijo.

Jack: Vivir juntos, morir solos, tío.

Michael: Sí.


El velero avanza por el mar rumbo a la parte norte de la isla. Sun se acerca a la barandilla y vomita.

Jin: Te dije que no debías venir.

Sun: No estoy mareada, Jin.

Jin: Lo sé. Deberías ver algo.
Sayid observa algo a través de los prismáticos. Jin señala hacia la orilla y vemos la pantorrilla y el pie de lo que en tiempos debió ser una inmensa estatua de piedra. Sayid le pasa los prismáticos a Sun para que pueda observarla con más detalle.


Sayid: No sé qué es más inquietante... el hecho de que el resto de la estatua haya desaparecido... o que tenga cuatro dedos.


Eko está en el búnker inscribiendo un nuevo versículo de la Biblia en su palo sagrado. De pronto las luces comienzan a parpadear hasta que se apagan, haciendo que salte el generador de emergencia. El contador señala 101. Eko se guarda el palo en el cinturón y se examina la caja de fusibles, dándose cuenta de que falta uno de ellos. Baja la vista y lo encuentra destrozado en el suelo. En ese momento escuchamos una voz femenina a través del altavoz, iniciando la cuenta atrás: ocho, siete, seis... Locke y Desmond están juntos en la habitación de al lado, y cuando Desmond une los extremos de dos cables, salta una chispa y las puertas de emergencia comienzan a descender, dejando a Eko fuera de la cúpula donde se encuentra el ordenador. Eko intenta situar su bastón bajo una de las puertas para evitar que se cierre completamente, pero Locke se lo arrebata desde el otro lado.

Eko: [Golpeando la puerta] ¡John!

Locke: [A Desmond] Buen truco.

Eko: [Dando más golpes] ¡John! ¡John! ¡¿Me oyes?! ¡Abre!

Desmond: Espero tengas razón acerca de esto, hermano.

Locke: Estoy más seguro de esto que de cualquier otra cosa en toda mi vida.

Eko: [Golpeando] ¡No lo hagas! ¡John!

Desmond: Muy bien entonces, hombre de las cajas. Esperemos.


Flashback. Vemos a Desmond en el barco en medio de una impresionante tormenta. Ata el timón con una trozo de cuerda para que el barco siga su rumbo y baja al camarote. Coge el libro de Dickens, lo envuelve en un plástico para que no se moje y luego se pone el impermeable para subir de nuevo a cubierta, donde tropieza y cae al suelo golpeándose contra uno de los lados del barco y quedando inconsciente.

A continuación le vemos tendido sobre la arena. Un hombre con un traje de plástico de color amarillo, de los que se usan para entrar en áreas infectadas, le recoge y le arrastra por la selva hasta el búnker. Toda la escena parece una alucinación, con flashes e imágenes superpuestas.


El hombre resulta ser Kelvin Inman, el agente de la CIA que “reclutó” a Sayid para que le ayudara a sacar información a su jefe.


Inman se acerca a Desmond, que está tendido en una de las literas en el búnker.

Inman: ¿Eres él?

Desmond: ¿Qué?

Inman: ¿Qué le dice un muñeco de nieve a otro?

Desmond: ¿De qué estás hablando? ¿Quién eres?

Inman: Soy Inman. Kelvin Inman.

Desmond: ¿Qué... ¿Qué le ha pasado a mi barco?

Inman: Te encontré tirado en la playa. No había ningún barco.

La alarma empieza a sonar. Inman suspira resignado y se dirige hacia ordenador para introducir los números. Desmond se levanta y le sigue.

Desmond: ¿De qué iba toso eso?

Inman: Sólo estaba salvando el mundo.

Desmond está viendo la cinta de Orientación para la estación 3, “El Cisne”.

Cinta: Sin embargo, poco después de que empezara el experimento, hubo un... incidente y desde entonces se ha seguido el siguiente protocolo. Cada 108 minutos debe apretarse el botón. Desde el momento en que suene la alarma tendrán cuatro minutos para introducir el código en el ordenador.

La película termina y Desmond la quita del proyector.

Inman: [Poniéndose el traje de seguridad] ¿Cuántas veces vas a ver esa cosa?

Desmond: ¿Por qué faltan varios trozos?

Inman: Radzinsky lo editó varias veces.

Desmond: ¿Quién es Radzinsky?

Inman: Era mi compañero.

Desmond: ¿Qué le pasó?

Inman: Asegúrate de guardarlo detrás de “Otra vuelta de tuerca” cuando termines.

Inman se pone el traje amarillo y se cierra las aberturas de las manos con trozos de cinta adhesiva.

Desmond: ¿Por qué llevas esa ropa?

Inman: Para no infectarme ahí afuera. [Le da el inyector a presión y un bote de vacuna] Inyéctate esto cada nueve días. Estuviste bastante tiempo ahí fuera antes de que te encontrara. Espero que no sea demasiado tarde.

Fin del flashback.


En el búnker Eko sigue gritando y golpeando las puertas de seguridad. El contador marca 99 minutos.

Eko: ¡John!

Desmond: ¿Quién es, hombre de las cajas, el hombre que golpea la puerta?

Locke: Se llama Sr. Eko.

Desmond: [Examinando el bastón de Eko] ¿Y por qué el Sr. Eko lleva un palo con fragmentos de la Biblia?

Locke: Porque es sacerdote.

Eko: ¡Abre la puerta, por favor! ¡John! ¡No lo hagas! ¡John! ¿Me oyes? ¡Abre la puerta!

Desmond: ¿Hemos encerrado a un cura?

Eko trepa por la cuerda que hay en la entrada que usaron Jack y Locke para acceder al búnker. En el suelo vemos la puerta destrozada por la explosión, aunque la palabra “Cuarentena” todavía es legible en ella.


Eko corre hacia la playa, donde Charlie está tocando la guitarra.

Eko: Charlie, ¿sabes cómo abrieron la puerta del búnker?

Charlie: No, pero si lo tarareas seguramente puedo tocarlo.

Eko: ¿Cómo la abrieron? La puerta que dice “cuarentena”.

Charlie: La volaron. ¿Por qué?

Eko: Charlie, necesito que me ayudes.

Charlie: Ah, ¿ahora vuelvo a contar con tu bendición, padre?

Eko: Charlie, John me ha dejado fuera del búnker, y creo que lo ha hecho porque va a dejar de apretar el botón. Y Charlie, estoy absolutamente seguro de que si lo hace, dentro de 90 minutos todos los que estamos en la isla moriremos.

Charlie se lo piensa durante un par de segundos.

Charlie: De acuerdo. Voy, voy.

Eko: Gracias. Vamos, rápido.


Jack y el resto del grupo siguen su camino por la selva, siguiendo el curso de uno de los arroyos.

Sawyer: Así que esos Otros, ¿crees que son lo que queda del personal de Dharma?

Michael: No lo sé, tío.

Sawyer: ¿Mi teoría? Son extraterrestres. Por eso usan barbas falsas, sus cabezas están hechas de plástesis.

Hurley: Prótesis, tío.

Sawyer: ¿Ni siquiera sabes deletrear y ahora me corriges? ¿Qué dices tú, Pecas?

Kate: Camina. Nos están siguiendo.

Sawyer: ¿Qué?

Kate: [Se detiene y finge abrocharse los cordones de los botines] Sigue sonriendo. Hay por lo menos dos de ellos al otro lado del río. [Sawyer mira hacia la otra orilla y descubre a alguien moviéndose entre los árboles] Pero en menos de cinco segundos voy a darle la vuelta a la tortilla.

Kate saca su pistola.

Sawyer: Eh, espera un poco.

Kate: [Amartillando la pistola] ¿Te apuntas?

Kate y Sawyer abren fuego casi a la vez y las detonaciones cogen desprevenidos al resto del grupo.


Jack: [Acercándose a ellos] ¡Kate!

Kate y Sawyer cambian sus posiciones para tener un mejor ángulo de tiro. Ella falla, pero Sawyer consigue abatir a uno de los hombres que les iba siguiendo. El otro desaparece entre los árboles.

Kate: ¡Se escapa!

El grupo se acerca al hombre al que ha disparado Sawyer.

Kate: Está muerto. Tenemos que encontrar al otro.

Jack: ¡No!

Kate: Yo iré. Sawyer...

Jack: ¡He dicho que no!

Kate pone de cara de “ya está este otra vez con las órdenes”.

Sawyer: ¿Estás loco? ¡Si dejamos que se vaya sabrán que venimos! Les avisará...

Jack: No importa si le cogemos. [Sawyer y Kate le miran como si estuviera loco, pero Jack se vuelve hacia] Ya lo saben.

Sawyer: ¿Qué quieres decir?

Jack: ¿Por qué no se lo cuentas, Michael?

Kate: Jack.

Michael: No sé de qué estás hablando...

Jack: ¡Deja de mentir! [Todos se acercan a Michael] Díselo.

Michael: ¿Decirles qué?

Jack empuja a Michael contra uno de los árboles.

Jack: ¡Sé lo que estás haciendo, Michael! Ahora cuéntales la verdad. ¡Cuéntala!

Michael: Era la única manera. [Kate le mira incrédula] Me dieron una lista.

Jack: ¿Qué lista?

Michael: Con vuestros nombres. ¡Y tenía que traeros a todos o dijeron que no volvería a ver a mi hijo!

Jack: ¿Quiénes son?

Michael: Lo que os dije. Viven en un campamento con chozas, y... ¡Os juro que eso es todo!

Jack le quita la pistola.

Kate: ¿Soltaste a Henry?

Hurley se da cuenta de las implicaciones mientras Michael asiente.

Hurley: ¿Las mataste? ¿A Ana Lucía y a Libby? ¿Lo hiciste?

Michael: Tenía que hacerlo. Yo, Dios... No pude encontrar otra forma, y Libby fue un error. No tuve tiempo para pensar.
Los demás no pueden terminar de creérselo


Hurley: Pero si hubieras tenido tiempo la habrías matado de todas formas, ¿verdad?

Michael: Lo siento. ¿Lo entiendes? Lo siento. Lo siento. ¡Es mi hijo!

Hurley: Yo me vuelvo.

Jack: No, Hurley. Hurley, no puedes.

Hurley: Van a matarnos a todos, y tú lo sabías. Y nos hiciste venir de todas formas.

Jack: Es demasiado tarde para volver, Hurley. Ya les hemos visto seguirnos una vez. ¡Si no creen que confiamos en Michael, nos matarán a todos! Siento no haber dicho nada. Pero tenéis que saber que nunca os habría traído hasta aquí si no tuviera un plan.

Sawyer: [Incrédulo y muy enfadado a la vez. El héroe siempre tomando decisiones por todo el mundo] ¿Qué plan?




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Traducción: gwedynn



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